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¿Somos la última generación de cristianos antes de que Jesús regrese por segunda vez?

marzo 15, 2021

¿Somos la última generación de cristianos antes de que Jesús regrese por segunda vez?

¿Somos la última generación de cristianos antes de que Jesús regrese por segunda vez?
Escrito por: Nathan Díaz
Profesor de la materia de Escatología

No sé si lo somos, pero debemos anhelar serla.  Pablo dijo:

“Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. Por tanto, confórtense unos a otros con estas palabras.”
1 Tesalonicenses 4:16-18 NBLA

En este pasaje tenemos una descripción de lo que sucederá en la segunda venida de Cristo.  Primero, los que han muerto como hijos de Dios serán resucitados.  Después Pablo se incluye en la categoría de los que podrían estar vivos todavía cuando esto suceda.  Dice “nosotros” seremos arrebatados. Claramente, esto no sucedió.
Han pasado ya casi 2,000 años desde que Pablo escribió esto y cada generación de cristianos ha considerado la posibilidad de ser los que seguirán vivos cuando Jesús aparezca por segunda vez. 
Esto no significa que Jesús regresará en cualquier momento.  De hecho, Dios le dijo a Pablo que todavía tenía que ir a Roma (Hch. 9:15; 22:21; 23:11).  Los apóstoles sabían que todavía tenían que llevar el evangelio a todas las naciones (Mt. 24:14; 28:18-19; Hch. 1:8).  

Lo mismo es cierto para nosotros hoy.  No sabemos qué tan rápido se puedan desarrollar los últimos eventos que lleven a la culminación de esta era.  Esta puede ser la última generación de cristianos.  Simplemente no lo sabemos.  Pero sí sabemos que las cosas seguirán empeorando.  La Biblia describe la era de la Iglesia como una mujer dando a luz (Mt. 24:8, Jn. 16:21; 1 Tes. 5:3).  Las contracciones se intensificarán hacia el final.  Cada vez habrá más hostilidad hacia la iglesia y hacia el evangelio.  

Pero nosotros sabemos quién está en control. Sabemos que Dios está dirigiendo todos los eventos con un solo propósito: ser glorificado en la historia del mundo (Rom. 11:36).  Él será glorificado al juzgar a sus enemigos con justo juicio (Ap. 19:2).  Él será glorificado al vindicar y recompensar a su pueblo, la iglesia.

¿Anhelamos esto?  ¿Anhelamos que Cristo termine de poner a sus enemigos debajo de sus pies para entregar el reino al Padre (1 Cor. 15:25)?
Puede ser que estemos tan distraídos por los problemas del presente o por los placeres temporales de la vida que se nos olvide lo que realmente es eterno.
Puede ser que estemos tan enfocados en los ministerios que desarrollamos que se nos olvide para quién los estamos haciendo.  

La Biblia constantemente nos recuerda cómo se verá el capítulo final de la historia.  Habrá una boda espectacular (Ap. 19:7).  La novia finalmente vivirá con su esposo para siempre (Ap. 21:3).  Recuerdo los meses de preparación para el día de mi propia boda.  Recuerdo la creciente anticipación y la impaciencia generada por el sentimiento de que los días pasaban muy lento.
Douglas Kelly dice “Las mejores experiencias  que podemos tener en la tierra: buenos matrimonios, logros profesionales, amistades amorosas, terrenos de la familia y herencias ancestrales - todas estas en su mejor momento son pálidas experiencias que van más allá de sí mismas y nos apuntan al supremo gozo de ser parte de la esposa de Cristo en ese día glorioso.” (Kelly, p. 360)
Debemos anhelar ese día más de lo que anhelamos el día de nuestra boda con otra persona.

Leí hace poco sobre una joven que se convirtió a Cristo desde niña.  Al ir creciendo, continuó siguiendo a Jesús.  Ella nunca se casó.  Pasaron sus cuarentas y cincuentas aun viviendo en casa cuidando a su padre.  Después ella se enfermó gravemente de tuberculosis y parecía que moriría pronto.  

Un día, la mujer hablaba con su padre y le dijo, “Papá, te tengo unas noticias.”  El padre le preguntó, “¿Qué pasa?”  Ella dijo, “Por fin me voy a casar”.  El padre pensó que su hija estaba delirando e intentó cambiar el tema, pero ella persistía.  Él dijo, “Mi querida hija, el doctor dice que morirás pronto”.  Ella dijo: “Padre, lo sé, pero ¿no ves que voy a estar casada con Jesús muy pronto?  Pronto estaré con mi verdadero Esposo”.  (Beeke, pág 491-492)

Los próximos meses y años pueden ser la culminación de esta era.  No lo sabemos.  Pero debemos decir junto con Pablo, anhelamos ser “los que estemos vivos”, la última generación de cristianos.   Y si no lo somos, anhelamos estar con Cristo reinando (Ap. 20:4), lo cual es muchísimo mejor (Fil. 1:21; 2 Cor. 5:8).  Mientras, tenemos un anillo de compromiso: la garantía del Espíritu Santo (2 Cor. 1:22).  Sostengámonos de las promesas y de la esperanza futura para seguir obedeciendo a nuestro llamado con fidelidad.  Pronto será la boda.

 

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¿Somos la última generación de cristianos antes de que Jesús regrese por segunda vez?
Nathan Díaz

Pastor de enseñanza en la Iglesia Evangélica Cuajimalpa (Ciudad de México) y Productor del programa de radio “Clasificación A”. También es colaborador de artículos y libros con Coalición por el Evangelio. Estudió Biblia y teología en el Instituto Bíblico Moody de Chicago.

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