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La gloria de Dios y la salvación

agosto 1, 2021

La gloria de Dios y la salvación

La gloria de Dios y la salvación
Escrito por: Josué Villanueva
Maestro

Lo mas seguro es que también a usted le haya pasado… 

Hemos tenido conversaciones con amigos o hermanos acerca del tema de la salvación, casi siempre las preguntas giran en los siguientes temas ¿La salvación se puede perder? ¿Hay personas elegidas para salvación y otras no? Y en algunos también puede surgir la pregunta ¿El hombre puede escoger por su salvación? Esto puede llevar a discusiones extensas acerca de los temas involucrados en estas preguntas. Casi siempre el enfoque de las respuestas es el hombre y no Dios, es decir, el acercamiento al tema de la salvación es Antropocéntrico ¿Qué queremos decir con esto?

Nuestra tendencia es pensar solo en términos humanos y cuando llegamos a la Biblia creemos que es un libro acerca de nosotros, centrado en los seres humanos. Por el contrario, si resumimos el mensaje central de la Escritura podemos decir que “La Biblia se trata de Dios dándose a conocer por medio de nuestro Señor Jesucristo a todas las naciones del mundo para su propia Gloria”. La mejor forma de iniciar un estudio de los temas de la salvación es Dios y su Gloria. A continuación presentamos la primera razón.

1. Dios ha hecho todo para recibir la Gloria

Dios no comparte ni compartirá su Gloria con nadie más. Todo lo que Dios ha hecho es para su Gloria, Pablo en el capítulo 11 de Romanos, donde el contexto es el tema de la salvación por la gracia de Dios dice.

“Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén” 
(Rom. 11:36 LBLA)

La salvación es de Él, por Él y para Él. En ningún momento el hombre se ha llevado ni se llevará la gloria. Al final Dios será adorado porque solamente Él lleva a cabo la salvación por medio de Cristo. Esta es una obra cien por ciento originada, planificada y ejecutada por Dios con el propósito de recibir la Gloria. 

La Gloria de Dios en la salvación no es un tema exclusivo del Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento podemos ver que Dios salva a su pueblo con el fin de glorificarse a sí mismo. Un ejemplo de esto es el relato de la liberación del pueblo de Israel de Egipto en los primeros capítulos del libro de Éxodo. El libro inicia describiendo que el pueblo de Dios es esclavo en esta tierra ya por cuatrocientos años. Liberarse fue algo imposible para ellos.

Al llevar a cabo su salvación, el Señor quería darse a conocer a Israel, pero también ser glorificado por todas las naciones. Los egipcios y Faraón fueron instrumentos para este propósito. Éxodo 9 Dios habla a Faraón por medio de Moisés…

“Pero en verdad, por esta razón te he permitido permanecer: para mostrarte Mi poder y para proclamar Mi nombre por toda la tierra.” 
(Éxodo 9:16 LBLA)

Cada plaga en Egipto fue utilizada para revelar el poder y la salvación del Señor a la región de Egipto y hasta lo último de la tierra. Los pueblos cercanos y lejanos escucharon como Dios mostró su poder Soberano y sacó a su pueblo con mano poderosa. Dios y su Gloria fue el centro de ese acto salvífico. Esto se puede comprobar más adelante en el libro de Josué. En el capítulo 2 versículo 1 se nos dice que Josue envío “secretamente” a dos espías para reconocer la tierra y ellos llegan a la primera ciudad que se llamaba Jericó.

Ellos eran las fuerzas especiales del ejército israelita a quien se les encomendó una misión tan importante y parte de su misión era no ser detectados. Un versículo más adelante se nos dice que ya han descubierto a los espías en las murallas de la ciudad. Dios está mostrando la debilidad e incapacidad del pueblo representado en la vida de estos dos soldados. No han alcanzado ni entrar a la ciudad y deben ser ayudados y escondidos por una mujer llamada Raab ¡Que increíble! Las fuerzas élites del ejercito Israel están escondidos temiendo por su vida. En ese momento Raab les dijo:

“…«Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra, y que el terror de ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes del país se han acobardado ante ustedes. 10 Porque hemos oído cómo el SEÑOR secó el agua del Mar Rojo delante de ustedes cuando salieron de Egipto. También supimos lo que hicieron a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a quienes destruyeron por completo. 11 Cuando oímos esto, nos acobardamos, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de ustedes. Porque el SEÑOR, el Dios de ustedes, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.” 
(Josué 2:9-11 LBLA)

Una mujer pagana exaltó la Gloria del Señor por sus actos de salvación en Egipto y durante el peregrinaje de Israel en el desierto. Dios obra la salvación de su pueblo escogido para poder dar a conocer su Gloria entre todas las naciones. Aun en nuestros días podemos conocer estas poderosas hazañas de salvación que Él obró. Si solo Dios tiene el poder para salvar, si Él ha planificado todo y lo lleva a cabo, entonces, solamente Él recibe la alabanza y la Gloria. La segunda razón para decir que Dios y su Gloria son la base para entender nuestra salvación es que.

 

2. Solo Dios ha hecho posible cada aspecto de la salvación

Si entendemos que Dios ha obrado nuestra salvación desde la eternidad y hasta la eternidad podremos comprender que ha sido para su gloria y en ningún momento el hombre toma el protagonismo. Uno de los capítulos donde se expone el plan de salvación es el primer capítulo de Efesios. Los siguientes versículos nos presentan un buen resumen de lo que estamos hablando. 

“según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor 5 nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. 7 En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros según las riquezas de su gracia” 
(Efesios 1:4-7 LBLA)

Fuimos predestinados, es decir, escogidos con un propósito. No habíamos nacido y obrado algo bueno o malo para que Dios se basara en eso para salvarnos. Nos escogió debido al “beneplácito de su voluntad” por su elección Soberana. El instrumento fue su Gracia es decir dada gratuitamente por medio de Cristo en la cruz. La Gracia es algo que recibimos no por las obras sino por que Él lo planeó así en su infinita sabiduría y amor. Cada aspecto ha sido obrado por Dios. El planificó la salvación, el dio el medio de la salvación y el propósito de ella. En ningún momento el hombre ha hecho ni hará nada en que pueda “colaborar” o “tener parte” en esta obra divina. El hombre no puede escoger algo que Dios ya ha planificado desde la eternidad. Dios es el artífice de cada aspecto de la salvación y Él lo hace con el propósito de recibir la Gloria y así se expresa en los versículos siguientes:

“También en Él hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de Aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de Su voluntad, 12 a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo, seamos para alabanza de Su gloria.” 
(Efesios 1:11-12 LBLA)

Hemos visto ejemplos de pasajes del Antiguo y Nuevo testamento que exaltan la Gloria de Dios en la salvación, entonces si alguien cree que el hombre puede optar o rechazar la salvación, conservarla o perderla está teniendo un enfoque antropocéntrico del tema. Comprendemos mejor la salvación cuando tenemos el enfoque bíblico correcto. Los cristianos en la historia entendieron estas verdades bíblicas y por eso en el Sinodo de Dort1 (1619) se confesó y defendió públicamente la verdad bíblica que el hombre está imposibilitado para librarse de la condenación y solamente la elección soberana, el sacrificio de Cristo y la Gracia de Dios son suficientes para la salvación y preservación del creyente hasta la muerte sin ninguna participación del hombre. Con esto se defendió la Soberanía de Dios en las Escrituras. En el pasado fue hecho y ahora en el presente es necesario conocer y proclamar la salvación de Dios para que tenga como resultado nuestro gozo, humildad e inmensa gratitud por su gloriosa Gracia. Que podamos decir como está escrito en Apocalipsis

“…La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero” 
(Apocalipsis 7:10 LBLA)

No al hombre sino solamente a Él sea la Gloria hoy y siempre. Amén. 

Finalmente le invito a seguir aprendiendo del tema de la salvación en el curso que estamos ofreciendo con el título “Doctrinas de la Gracia” donde expondremos estas enseñanzas bíblicas que ha sido abrazadas por la iglesia a lo largo de la historia. Dios les bendiga

 

1 Puede ampliar el tema en el siguiente link recomendado: https://biteproject.com/sinodo-dort/

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La gloria de Dios y la salvación
Josué Villanueva

Lic. en Teología con énfasis en Biblia y Teología, Seminario Teológico Centroamericano (2009). Estudios a nivel de maestría del Seminario Teológico de Dallas. Actualmente es uno de los maestros y también trabaja en el área académica del Escuela Superior de Estudios Bíblicos Teológicos Semper Reformanda. También posee el título de Arquitecto (Unicaes 2004).

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