abril 26, 2023
¿Cómo identificar una situación de abuso en mi matrimonio?
Maestro de Semper Reformanda
Las escrituras nos muestran cuán sagrado es el matrimonio para Dios, sin embargo, la humanidad lo ha desvirtuado y desvalorizado, no sólo en su propósito, sino en la promoción de relaciones abusivas, manipuladoras y violentas.
Lastimosamente esta es la realidad de muchos matrimonios. En El Salvador sólo en los primeros 6 meses del 2021 ocurrieron más de 8 mil casos de violencia física, otros 8,723 de violencia patrimonial (robo, fraude, etc.) y 776 de violencia psicológica y emocional (insultos, degradaciones). Esto solo de los casos que son denunciados, según la DIGESTYC, el Ministerio de Justicia y Seguridad y la Dirección de Información y Análisis de la FGR.
Quizá pensemos que estos datos sólo registran a inconversos, pero no, para nuestra sorpresa muchos matrimonios cristianos son abusivos y violentos. Recuerdo que para el tiempo de la cuarentena los pastores tuvimos una sobredemanda de consejería matrimonial, en la mayoría de los casos se trataba de hombres que abusaban de sus esposas.
1. Características de los abusadores
Primero vamos a definir ¿qué es el abuso? es todo acto que va en contra de lo deseado, esto pasa cuando alguien te fuerza o presiona ya sea física o emocionalmente a que hagas algo que no deseas.
Debemos entender que los abusadores son personas que están caracterizados por amarse a sí mismos por encima de todo. Suelen decir cosas como: “mis necesidades y deseos son prioridad, tú debes de hacerme feliz, debes de complacerme a como dé lugar” El abusivo piensa: “si no cumples con satisfacer mis deseos habrá un resultado: te haré daño y muchas veces”.
Ahora bien, como cualquier otro comportamiento pecaminoso, es a través del tiempo que podemos identificar si nuestro cónyuge es un abusador, pero algunas características más comunes son: presión constante, indiferencia o insensible a la esposa/o, actos no deseados, coerción, denigración, acusaciones de adulterio, uso del sexo como una moneda de intercambio, abusos emocionales, ataques de ira, intentos de agresión, ademanes, entre otros.
2. ¿Cómo identificar una situación de abuso en mi matrimonio?
La verdad es que parece una pregunta absurda pues creemos que es fácil identificar una situación de abuso, sin embargo, las múltiples consejerías y los datos, nos dicen que muchas veces el cónyuge no sabe que está en una situación de abuso.
Quisiera partir del abuso sexual pues arrastra todos los abusos y manipulaciones. Hace algún tiempo encontré la historia de un matrimonio cristiano en donde la mujer estaba siendo abusada: “Roberto quiere tener mucho sexo, sí me rehúso reacciona con los niños al día siguiente, se vuelven tan irritante que hasta nuestro perro se asusta. Intento intervenir y decirle que no sea tan duro, pero solo me alega «soy la cabeza de esta casa y si quieres que esté de buen humor es tu trabajo ponerme de buen humor». Entonces hay noches en las que tengo sexo con él solo para que los niños no sufran”
Este hombre está abusando física, emocional y espiritualmente a su esposa. Una mujer que recibe esta declaratoria de su marido debe entender que las escrituras dicen: Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón (1 Corintios 11:3) Si su esposo dice ser cristiano entonces el texto le exige que Cristo sea su Señor y su Cabeza, si eso es así entonces este hombre será piadoso y no exigirá para su propio deleite y acciones egoístas, porque Cristo lo gobierna y lo que pida a su esposa será para la Gloria de Dios.
3. Factores de abuso en el matrimonio
El desconocimiento de la palabra de Dios en estos temas
Retomemos los casos de abuso sexual para explicar este punto. Las enseñanzas no bíblicas sobre el sexo que han penetrado en la iglesia y luego en el matrimonio son de cuidado, tales enseñanzas ponen la responsabilidad de la pureza de un hombre en las habilidades de la mujer para proveer sexo ilimitado. Sin embargo, evitar que el hombre peque no es el trabajo de una esposa porque cada hombre tiene una responsabilidad delante de Dios: andar en pureza.
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca” Lucas 6:45
Algunos líderes de iglesias o pastores lamentablemente han proporcionado enseñanzas falsas como: “el hombre necesita tener relaciones sexuales. Negarse a tener relaciones sexuales es un pecado. Su cónyuge tiene derecho a su cuerpo en cualquier momento y de cualquier manera”. Estas ideas ignoran el llamado de Dios de buscar una cooperación sana y voluntaria, con conciencia, y hacen creer que el sexo bajo demanda es la voluntad de Dios. Dichas enseñanzas muestran erróneamente la voluntad de Dios, quien además de ser representado como indiferente ante el sufrimiento de las víctimas, lo aprueba.
El sexo debería implicar que ambos conyugues se amen y se den placer el uno al otro de acuerdo al diseñado de Dios, si alguno no se siente conforme con algo entonces no debería de hacerlo, es una cuestión de conciencia.
La manipulación
Los abusadores quieren hacer creer a su cónyuge que ellos son los responsables de la crisis en su matrimonio. Pues es más fácil dominar a través de la vergüenza.
Las estrategias manipuladoras más comunes son: “sino me provees esto usaré la pornografía para satisfacer mis necesidades”, “es tu culpa que yo sea un adicto a eso”, “no puedo continuar así, muchas otras mujeres me desean”, “no me dejas otra alternativa que satisfacer mis necesidades en otro lugar” ,“buscaré otra mujer ella no me negara todo el sexo que quiera”, “tu constante rechazo me tortura, prefiero morir que vivir sin amor en este matrimonio”, todo esto es manipulación.
4. ¿Qué hacer?
Comencemos afirmando que el diseño de Dios para el matrimonio no incluye el abuso, ni la violencia sexual o el control coercitivo. Jesús mismo reprendió a los escribas y fariseos al abusar de su posición impidiendo que las personas se acercaran a Dios: Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando (Mateo 23:13)
Él les llamó “hipócritas” porque abusaban de su posición. Jesús siempre condenó este tipo de acciones, no calló, no dijo: “oremos por ellos para que cambien su actitud”. ¡No! Él los confrontó, no guardó silencio ante tales abusos, de la misma manera nosotros no debemos de callar.
Si al leer este artículo has identificado una situación de abuso en tu matrimonio te recomiendo:
a. Busca consejería bíblica
A través de las escrituras los consejeros de tu iglesia local buscarán llevar a tu esposo o esposa a su pecado, para que se arrepienta y vuelva a Cristo. A menudo quienes cometen estos pecados atroces piensan que sus faltas son demasiado grandes para ser perdonados, por eso es necesario recordarles que no hay pecado tan grande que pueda traer condenación a aquellos que se arrepientan verdaderamente.
b. Denúncielo a las autoridades pertinentes.
La Biblia no está a favor de un abusador, sino a favor de los desamparados. La iglesia no puede actuar de manera neutral frente a la violencia, está llamada por mandato divino a estar de parte de las víctimas no los victimarios: Salva a los condenados a muerte, libra a los conducidos al suplicio.12 Pues, aunque digas que no lo sabías, el que juzga los corazones lo conoce, el que vigila tu vida lo sabe; y él paga a cada cual según sus obras (Proverbios 24:11-12)
c. Perdona
El evangelio nos proporciona la base para el perdón al saber que nosotros hemos pecado y el Señor nos perdonó, como dice Efesios 4:32. Eso será sano para su vida espiritual y alma y así podrá vivir en plenitud delante del Señor. Ahora bien, perdonar no implica confiar o permitir el abuso, todas las soluciones deben aplicarse de manera integral para poder abordar el problema de raíz.