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Música cristiana ¿Emoción o alabanza?

junio 2, 2023

Música cristiana ¿Emoción o alabanza?

Música cristiana ¿Emoción o alabanza?
Escrito por: Pastor Melvin Ábrego
Maestro de Semper Reformanda

En más de una ocasión escuchamos o dijimos “hoy no me gustó la alabanza”, “no sentí a Dios en la adoración”, “no me gustaron las canciones que cantaron”. Si has pensando esto me gustaría que reflexiones en las siguientes preguntas: “¿Es, pues, la adoración esencialmente una experiencia o un sentimiento? ¿Se identifica con una sensación especial de la presencia de Dios, con algún tipo de éxtasis religioso o con expresiones de profunda humillación ante Dios? ¿Deben medirse los servicios religiosos por la medida en que permiten a los participantes entrar en tales experiencias?” (Comprometiéndose con Dios: una teología bíblica de la adoración, David Peterson)

Uno de los principales problemas con la alabanza en la actualidad es que no se le da un valor bíblico, simplemente estamos acostumbrados a que hay alabanza en nuestras congregaciones, pero no sabemos de dónde vienen este punto en nuestras liturgias, cuál es su propósito y qué regula la misma. El problema radica en no saber quién es Dios, quiénes somos nosotros y nuestro lugar delante de Él. 

 

¿Por qué es importante que adoremos a Dios a través de la alabanza? 

Lo primero que debemos mencionar es que Dios mismo ha ordenado que le alabemos y es deber del creyente hacerlo. Además, esto no se limita a cantar en los servicios del domingo, sino a que toda nuestra vida debe ser adoración a Dios manifestada de múltiples formas y una de ellas es a través de la alabanza o cantos congregacionales (Colosenses 3:16)

Esto no es nada nuevo, Dios ha querido siempre que su pueblo le adore.  En Éxodo 7:16 podemos ver que Él ordena la adoración comunitaria a su pueblo. En ese momento Dios se disponía a liberar a los hebreos de la esclvitud de los egipcios y le pide a su pueblo que salga a servirle. La palabra servir significa adorar, de manera que el servicio que damos a Dios es realmente adoración. 

 

El principio regulador de la adoración

Esto quiere decir que Dios regula la adoración a través de la Palabra, de manera que no adoramos a Dios con invención y creatividad humana, sino con obediencia a la Palabra.

Cuando hablamos de música dentro de las iglesias muy pocas veces pensamos que es la palabra de Dios que debe regular o delimitarla, de cierta manera pensamos que lo que la música debe hacer es alabar el nombre de Dios sin importar tanto si el contenido de la misma pueda ser sustentado bíblicamente, solo basta con que diga “cosas hermosas que salgan del corazón”. Sin embargo, cada elemento de nuestra adoración tiene el propósito de ser para deleite de nuestro Dios y no para el deleite humano. Esto implica que estamos dispuestos a someternos a la autoridad de Dios y negarnos a buscar formas innovadoras para adorar a Dios fuera de Su Palabra.

Dios nos muestra en su palabra como desea qué le adoremos, y como iglesia no debemos apartarnos de eso. Lo importante del principio regulador es que permite a la iglesia centrarse en Cristo y no en buscar formas, ceremonias, tradiciones, emociones o rituales para adorar. 

Con esto en mente la iglesia debe dirigir sus cantos por la Palabra: Colosenses 3:16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones. 

 

¿Cuál debe ser la base de nuestra adoración por medio de las alabanzas? 

La palabra de Dios

Nuestra adoración a Dios debe surgir del entendimiento de la Palabra, mientras mayor y más profunda sea nuestra comprensión de las verdades bíblicas, nuestra conciencia de quién es Dios y de quién somos nosotros delante de Él será mayor, y por ende nuestra alabanza estará cargada de la Palabra de Dios.

Un error común de las alabanzas dentro de las iglesias es que su contenido es bastante sencillo, carece de profundidad doctrinal y de verdades bíblicas. Es importante preguntarnos ¿Qué queremos que nuestra congregación aprenda a través de la alabanza?, la forma en la que adoramos refuerza lo que creemos. 

No olvidando quienes somos delante de Dios 

Otro punto importante para la alabanza es entender nuestra condición delante de Dios, el evangelio nos muestra cuán Santo es Dios y que tan pecadores somos, la necesidad que tenemos de salvación y la gracia que Dios ha tenido para con nosotros, esto guía nuestra alabanza, hasta el punto en que se busca expresar cuán grande es nuestro Salvador, El ser humano no es el centro de la alabanza congregacional.

El Espíritu Santo guiando nuestra adoración

Entendemos que la adoración no se trata de lugares, sino más bien de corazones humillados que reconocen a Jesús como su Dios Salvador, así que la esencia de la adoración es espiritual (interior) y queda manifiesta en nuestras acciones (exterior). Para entregar una adoración de esta clase es necesario estar llenos del Espíritu de Dios, ya que la adoración principal que ofrecemos proviene precisamente de la obra del Espíritu Santo en nosotros, Él nos santifica y capacita para agradar a nuestro Salvador.

Muchas personas pueden participar del culto de adoración a Dios, pero aun así sus corazones pueden estar lejos de Él. Por lo tanto, es el Espíritu Santo quien hace que nuestra adoración sea agradable.

 

Características de nuestra adoración. 

El Servicio, nosotros nos acercamos a Dios con el propósito de trabajar para su gloria (Salmo 100:4). 

Tener comunión con Él, una de las razones para adorar a Dios es tener comunión con Él y con sus hijos (Salmo 100:3). 

Centrada en Dios, nuestro enfoque principal por el cual llegamos es para adorar a Dios.

Para sus hijos, debemos entender que la alabanza es para los que son hijos, es el resultado del Pacto que tenemos con Dios. Alguien que no es nacido de nuevo no puede adorar a Dios, su vida y acciones están destinadas a ofender a Dios, de manera que la alabanza congregacional no tiene el propósito de ganar almas, sino más bien de edificar, de ser cantada entre aquellos que pertenecen a Dios. 

 

Nuestras emociones

Nuestras emociones deben ser nutridas por la Palabra de Dios: Todos los seres humanos somos seres emocionales, y no podemos evitar que muchas veces nuestras emociones nos impulsen hacia una dirección u otra, pero un corazón que está nutrido de la palabra de Dios, sus emociones serán orientadas a Cristo. 

Debemos evitar el error de caer en el emocionalismo y creer que eso es adoración, el hecho de que alguna canción pueda provocar emociones como gozo, llanto, etc. No quiere decir que se esté adorando a Dios. Cuando Jesús le dijo a la mujer samaritana que debemos adorar a Dios en espíritu y verdad, estaba hablando de que nuestra adoración no surge solamente de nuestras emociones, sino también de la comprensión profunda que tengamos del evangelio. 

La alabanza dentro de nuestras iglesias no es algo que debe estar gobernado por nuestras emociones. Sin embargo, nuestras emociones si están totalmente involucradas cuando cantamos a nuestro Dios, y debemos considerar que cuando cantamos podemos expresarnos de manera diferente y aún más profundas que cuando hablamos o escribimos, la música provee un medio para expresar emociones que de otras formas nos costaría hacerlo. 

La música es parte de nuestra vida, Dios nos la entregó, y nosotros somos seres emocionales y están presentes en cada cosa que hacemos, por eso es de suma importancia que nuestro corazón esté lleno de la palabra de Dios y de esta manera se podrá guiar las emociones hacia el lugar correcto, hacia nuestro Dios y Salvador. Piensa en lo siguiente, un hermano o hermana durante toda su semana ha tenido muchas dificultades ya sean familiares, laborales etc. y llega al servicio dominical con frustración y  muchas dudas en su corazón, sus emociones están a flor de piel, una alabanza centra en Dios y que muestre verdades bíblica teológicas, permitirán a esta persona oriente sus emociones hacia Dios, a este agreguemos que Dios por medio de la palabra predicada le mostrará cómo confiar en Dios en medio de sus circunstancias. 

En conclusión, la música dentro de nuestras congregaciones no es controlada y no encuentra su forma en las emociones humanas, sino más bien en Dios y su Palabra, la alabanza inevitablemente involucra nuestras emociones, y estas deben ser dirigidas hacia Dios. 

 

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Música cristiana ¿Emoción o alabanza?
Pastor Melvin Ábrego

Pastor Asociado a cargo del Ministerio de Alabanza de Iglesia Gracia Sobre Gracia, Maestro de Semper Reformanda.

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