enero 8, 2024
¿Qué dice la Biblia sobre la prosperidad material?
Maestro de Semper Reformanda
La Biblia es rica en su enseñanza sobre muchos aspectos de la vida, incluyendo la relación del creyente con la prosperidad material. Al abordar este tema, es esencial distinguir entre lo que se enseña en las Escrituras y las malinterpretaciones que han surgido a lo largo del tiempo.
La perspectiva no bíblica de la prosperidad material
Desde la caída de Adán y Eva, hemos visto cómo el corazón humano puede ser arrastrado fácilmente hacia la codicia. Basta recordar cómo el pueblo de Israel, liberado de la esclavitud egipcia, cayó rápidamente en la idolatría al construir un becerro de oro (Éxodo 32). Esto nos muestra que el ser humano puede poner lo material por encima de Dios, convirtiéndo los bienes materiales en ídolos.
El peligro de lo material
Los bienes materiales en sí no son malos. Sin embargo, el problema surge cuando se convierten en el foco central de nuestra vida y desplazan a Dios de su lugar. Un ejemplo es la historia del joven rico en Marcos 10:21-22. Pese a haber cumplido los mandamientos, no pudo dejar sus riquezas para seguir a Jesús, mostrando que su verdadero "dios" era su riqueza material.
Perspectivas erróneas sobre la prosperidad
- Creer que Dios es un proveedor de riquezas y que está obligado a darnos la prosperidad. Esta perspectiva revela que no estamos entendiendo correctamente el evangelio y cuál es nuestra relación con Dios. (Romanos 11:35-36).
- Una mala comprensión del propósito por el cual Dios salvó al hombre, no fuimos salvados para procurar el bienestar personal o la prosperidad individual, o tener vidas llenas de abundancia y lejos de los problemas; fuimos salvados para dar gloria a Dios con nuestra vida y ser conformados a la imagen de Cristo. (Efesios 1:5)
- Tener una teología antropocéntrica, creer que el hombre es el centro de todo, esto nos llevará a desplazar a Dios y creer que nuestras metas y bienestar son la prioridad. Dios creó al hombre para su propia Gloria. (Isaías 43:7)
- Interpretación selectiva: Utilizar ciertos pasajes bíblicos fuera de contexto para justificar la búsqueda de riquezas lleva a conclusiones erradas y manipulación.
- Ignorar el sufrimiento: La Biblia deja claro que los creyentes no están exentos de sufrimientos y adversidades. El sufrimiento es un instrumento que Dios utiliza para formar el carácter aprobado, (Filipenses 1:29), y la falsa prosperidad habla de una vida de abundancia y sin sufrimiento.
Perspectiva Bíblica de la Prosperidad
La Biblia no condena la riqueza en sí misma. Sin embargo, advierte sobre el amor al dinero y la codicia (Eclesiastés 5:10). Abraham, Job y otros personajes bíblicos fueron bendecidos con riquezas, pero reconocieron que estas provenían de Dios, no eran el propósito principal de sus vidas y sus vidas no estuvieron lejos del sufrimiento.
Advertencias, precauciones y actitudes en cuanto a la prosperidad material
- El Contentamiento: Debemos aprender a estar contentos con lo que tenemos, ya que nuestra verdadera riqueza está en Cristo (Hebreos 13:5).
- El Trabajo: Las escrituras promueven el trabajo diligente y honrado, pero siempre poniendo a Dios en primer lugar (Colosenses 3:17).
- Amar las riquezas: El amor al dinero puede desviar nuestro corazón de Dios y convertirse en un ídolo (1 Timoteo 6:10).
- La Generosidad: Contra el amor al dinero, Dios nos llama a ser generosos, compartiendo nuestras bendiciones con otros (Proverbios 11:25).
- Buscar el Reino de Dios: Debemos priorizar el Reino de Dios sobre las riquezas terrenales (Mateo 6:33).
- El Sufrimiento y La Cruz: Jesús nos llamó a tomar nuestra cruz y seguirle. Esto puede implicar renuncias y sacrificios.
La verdadera prosperidad está en Cristo
Más allá de la prosperidad material, estar en paz con Dios y conocerle a Él es lo que realmente trae riqueza a nuestras vidas. Gozar de la suficiencia de la gracia de Dios sobre nuestras vidas es infinitamente superior a todo lo de este mundo y la prosperidad material no podría darnos entrada a la eternidad y todos estos beneficios. (Filipenses 3: 7). Por eso, el anhelo de todo ser humano debería ser conocer más a Cristo y ver todo lo demás como pérdida.
Con certeza, cuando la Biblia habla de que Cristo nos prosperará, aludiendo a bienestar y riquezas en Él, se refiere a un aspecto espiritual. Lo material, aunque puede acompañar esta bendición, es secundario. Así que la prosperidad que debemos buscar en Cristo no es lo material, sino la unión eterna con Él.
La Biblia nos presenta una perspectiva equilibrada sobre la prosperidad material. Mientras que no condena las riquezas en sí mismas, nos advierte sobre los peligros de poner nuestra confianza en ellas en lugar de en Dios. Es esencial que, como creyentes, mantengamos nuestra perspectiva centrada en Cristo, buscando Su Reino y justicia por encima de todo, y reconociendo que nuestra verdadera riqueza se encuentra en Él. La relación con Dios y el crecimiento en santidad deben ser nuestras prioridades principales, y cualquier bendición material que recibamos debe ser vista como una oportunidad para glorificar a Dios y ser de bendición para otros.